Un modelo de justicia, injusto.

Acabo de leer que han archivado la investigación contra Camps (presidente de la comunidad Valenciana) en el caso llamado “gurtel”. Me sorprende la tesis principal sobre la que se sostiene, que dice que “admitir un regalo no implica necesariamente que tenga que ver con la función pública que ocupa el agasajado”.
Suena a cachondeo. Me parece inconcebible que haya jueces que digan este tipo de cosas. Esta reflexión se hace para evitar entrar en el fondo de la cuestión, porque claro, aunque según ellos aceptar el regalo no implica que te lo regalen porque eres presidente de la CCAA Valenciana, podrían hacer un esfuerzo e indicarnos cuales pueden ser las razones para que le hagan ese regalo a ese presidente.
Estaremos de acuerdo con que los que hicieron el regalo son delincuentes. Creo que eso, aunque faltan algunas sentencias esta claro y acreditado. Ni el PP lo desdice. Entonces ¿Por qué un delincuente regala algo (carísimo por cierto) a un presidente?. Por amor, por amistad, por devoción, todas estas posibilidades son peores aún.
De todas maneras, lo que ha quedado claro, es que regalos hubo. Y que Camps acepta regalos de delincuentes. Y que Camps no paga sus trajes, ósea que mintió cuando dijo que los había pagado en “metálico”. Ahora bien por el arte de birli-birloque esto no es un delito.
Menuda justicia más injusta.


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